GUÍA PRÁCTICA PARA ENTENDER LAS ELECCIONES DE EEUU

¿eN QUÉ vamos con las elecciones de estados unidos? guía para no perderse

Todos los días es algo nuevo. Asesor aquí, asesora allá, teléfonos en Washington que seguramente no paran de sonar. Todo un staff que contrajo coronavirus por la irresponsabilidad de una asesora que viajó el avión presidencial, un presidente que entró y salió del hospital como quien se raspó una rodilla. El debate de los vicepresidentes, una mosca en el pelo de Mike Pence y la sonrisa burlona de Kamala Harris.

Mike Pence. Foto: Win Mcnamee/Getty Images

Por: Carolina Flechas

Seguirle el ritmo a las campañas es agotador y muchas veces se generan confusiones sobre en qué punto estamos y cómo va en realidad la carrera. Para que no cunda el pánico y puedas tener algo que contarle a tus amigues la próxima que hablen te traemos algunos keypoints (arrancamos ya con el inglés).

  1. «Tener coronavirus fue una bendición»

Donald Trump regresó a la oficina Oval después de un paso rápido por el hospital. En un video, que publicó en sus redes sociales, el presidente se mostró airoso mientras comunicaba a toda la nación cómo un medicamento experimental (y no aprobado) fue la cura para la enfermedad.

Trump, que nunca cesa de dar noticias, es famoso por su escepticismo frente al virus que puso al mundo entero en cuarentena. Se mostró varias veces en público sin un tapabocas, habló sobre los beneficios de tomar hidroxicloroquina y culpó a China varias veces.

¿Pero cómo terminó infectado el presidente?

El miércoles 29 todo el equipo de campaña de Trump viajó a Minnesota y durante el evento, que duró 45 minutos, una de las asesoras más cercanas, Hope Hicks, comenzó a mostrar síntomas. En el trayecto de regreso viajó aislada y lejos del presidente. Para el jueves ya era un hecho que Hicks dio positivo, y ese día Trump estuvo en un evento con no menos de 100 personas. Esa misma noche dio positivo al igual que su esposa Melania.

Sus síntomas eran evidentes: le faltaba el aire, tenía tos y la piel de un tono gris. Su fiebre fue aumentando y en la tarde tuvo que recibir oxígeno — en contra de su voluntad, ya que decía sentirse bien — y esa fue la noche en que tomó el medicamento experimental que lo hizo sentirse bien inmediatamente. El sábado sólo hablaron los doctores, Trump estuvo en el hospital todo el día.

El lunes en la tarde le dieron el alta, regresó a la Casa Blanca y tuiteó: «no le tengan miedo al COVID (…) nunca antes me había sentido mejor».

«Hoy a las 6:30 P.M voy a salir del gran centro médico Walter Reed. Me siento muy bien! No tengan miedo del Covid. No dejen que domine sus vida. Hemos desarrollado, bajo la administración Trump, algunas medicinas excelentes y conocimiento. Me siento mejor que hace 20 años»

Todo esto, a los ojos de varios expertos, se ve como la oportunidad perfecta para que Trump presione para tener una vacuna lo antes posible — teniendo en cuenta que se acercan las elecciones — que puede darle un aire nuevo a su campaña.

  1. Kamala Harris aplicó la estrategia de su campaña a la perfección en el debate
La senadora Kamala Harris y el vicepresidente Mike Pence saludaron a la audiencia al comienzo del debate vicepresidencial del miércoles.
Erin Schaff/The New York Times

Aunque muchos medios la nombraron ganadora del debate del miércoles, la Senadora Harris estuvo lejos de ganar. Ninguno de los dos candidatos respondió las preguntas que la moderadora les dio y lo que se vio, mucho más ordenado que el debate presidencial, fue un juego de ataque.

Harris inició con una respuesta ingeniosa a la primera pregunta sobre el Covid. «Trump les negó a las familias la información que necesitaban para mantenerse a salvo», dijo mientras miraba firmemente a la cámara. Sin embargo, se mantuvo en agua panda. No respondió preguntas sobre temas complejos, como el racismo sistémico que azota al país, tampoco habló sobre el debate que hay en la Corte Suprema sobre Obamacare (el sistema de salud público del anterior presidente).

Harris, y Biden por defecto, se han parado en el centro durante toda la campaña, porque asumen que es la única manera en que pueden unificar a los votantes demócratas . Durante todos estos meses se han enfocado en la «mayoría exhausta», es decir, aquellas personas que están lejos de la política y que sienten un hastío por la manera en que se han manejado las cosas hasta ahora; personas de clase media y del profundo mid-west.

  1. Biden va arriba. Dos dígitos.

Llegados a este punto no es necesario explicar que las encuestas están lejos de reflejar la realidad. Funcionan más bien como un dedo húmedo al aire para medir la dirección del viento. Biden supera al presidente Trump por 10 puntos, sin embargo, este número no muestra las verdaderas intenciones de los votantes.

En semanas pasadas Biden ha superado ese número, aunque de acuerdo al laboratorio de datos del New York Times, si logra mantener ese número, ganaría con al menos una ventaja de 5 puntos. Se habla mucho de que este aumento en sus cifras no viene de su lado, sino de la pérdida de votantes de Donald Trump. Los analistas están de acuerdo en una cosa: es extraño que en los tiempos que vivimos haya un candidato que tenga tanta ventaja.

En este momento falta ver cómo afectaron el coronavirus del presidente y el debate vicepresidencial a los números. Cada día que pasa es un día más cerca del 3 de noviembre y en el medio puede pasar cualquier cosa.

  1. ¿Qué sigue en este mes?

Cuatro sílabas. A-ri-zo-na. El Estado que parece ser el caramelo que todos quieren porque podría ser definitorio. Biden, Harris y Pence (que por primera tiene el reflector encima) llegaron a Phoenix el día después del debate. La idea es tener varios eventos en diferentes estados críticos; el Vicepresidente republicano canceló su aparición en Indiana — su estado — para poder suplir las visitas que Trump no va a poder hacer.

No se sabe qué va a pasar con los dos debates presidenciales que quedan por delante. Hay varias propuestas para hacerlos. La idea inicial era que fuesen presenciales, pero las condiciones cambiaron. Las comisiones de ambos candidatos están proponiendo sus condiciones. El primero va a ser el 15 de octubre y si bien la campaña Biden no tuvo ninguna objeción, la de Trump dijo que la idea era «ridícula». Hay algunos planes para mover la fecha una semana para asegurarse que el presidente va a estar presente.

Si el debate se mueve al 22 de octubre este sería el último para la campaña de Biden. Los asesores de Trump están ansiosos por poder tener otra oportunidad de debatir, ya que los resultados del primero no fueron los mejores. El presidente no tuvo claridad en sus argumentos, se dedicó a atacar personalmente a su contrincante e interrumpió repetidas veces a su moderador, así que la idea de tener dos fechas más era ideal. Por ahora falta que el presidente Trump termine de recuperarse para continuar con su campaña. Mientras tanto Pence toma las riendas en un intento de superar a la campaña Biden-Harris.

Extra🍭🍬

Ningún espectador del debate del miércoles pudo quitar sus ojos de la mosca que se posó en la cabeza del vicepresidente. Uno de los highlights es que alguien le abrió una cuenta en Twitter, @MikePenceFly (la mosca de Mike Pence), cuya biografía dice “Fui lo mejor que pasó en el 2020”.

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