Polonia marcha hacia la derecha

DudaS: SObre el futuro de polonia

Polonia reeligió a su presidente, Andrezj Duda, el pasado miércoles. Tras una reñida contienda el líder llega de nuevo a la cabeza del ejecutivo con un programa político de extrema derecha. Esto genera tensiones y preguntas en la región.

Por: Carolina Flechas

Lo que pasó en Polonia no es un hecho aislado. Hace exactamente una semana, el presidente Andrezj Duda fue reelegido con un porcentaje que vale la pena analizar: 51,2 de los votos. El estrecho margen (el siguiente candidato obtuvo el 49%) no es solo la radiografía de un país sumamente dividido, sino que también replica la dinámica de diversas elecciones del mismo tipo -es decir, bipolares- alrededor del mundo.

Polonia es un país de Europa del Este, famoso por su historia traumática, que se rastrea hasta más allá del siglo XIX. Estuvo ocupada por el Imperio Austro Húngaro; ganó su independencia en 1918, tras la Primera Guerra Mundial. Sufrió la ocupación Nazi y la entrada al régimen comunista. Plotuist consultó con un analista financiero y político especialista en Polonia, (prefiere reservar su identidad por motivos laborales), que afirmó que la historia de este país hizo que se aferrara a la tradición y a los valores nacionales, por lo que en 1989, con el regreso a la democracia, el partido Conservador se convirtió en estandarte de unidad.

“Polonia siempre ha estado amenazada. Sea desde el Oriente, con los bolcheviques, o el Occidente, con los alemanes y otros Estados. Hemos sido un país que ha tenido que defender su cultura de diferentes maneras. La educación, por ejemplo, ha sido un faro para difundir nuestra cultura y tradiciones que, de otra manera, hubiesen muerto después de tantas ocupaciones”, planteó el experto.

Las elecciones del miércoles pasado no son un fenómeno aislado. La fórmula se ha visto antes: partidos populistas que se aferran a una idea de Nación; votantes que no se sienten representados y que ven su antiguo modo de vida amenazado. La elección de Bolsonaro en Brasil, la de Trump en Estados Unidos, el auge de partidos como Vox y el ascenso de Boris Johnson en el Reino Unido, se pueden ver como síntomas de un malestar profundo.

Entonces, ¿qué pasó en Polonia?

El país europeo fue marcado profundamente por sus años bajo el polo comunista. La influencia secular de Moscú marcó un pasado de “humillación, discriminación y propaganda marxista leninista” como afirma Anne Applebaum, periodista estadounidense que se especializa en Polonia.

Esto explica porqué, inmediatamente después de la vuelta a la democracia, el país dio una vuelta a los espacios tradicionales y junto a esto, le dio un lugar central a la religión. No hay que olvidar la influencia de​ Juan Pablo II, polaco de nacimiento, cabeza de la Iglesia Católica durante 27 años.

Caricatura de la serie polaca Shooty de Dennik N. 2017.

El partido de derecha del presidente Duda, “Ley y Justicia”, fue fundado en 2001 por Jarosław y Lech Kaczyński, hermanos gemelos que tuvieron los cargos de Primer Ministro y Presidente en simultáneo. Desde el inicio, LyJ fue un partido euroescéptico, con fuertes tensiones con la Unión Europea, sobre todo porque la homogeneización cultural y política que la adhesión a esta implica. Propusieron un programa que apoya los valores familiares tradicionales (diferentes a los que se reafirmaron durante la época comunista), la economía de libre mercado y sobre todo, critica fuertemente a la comunidad LGBTQ, está en contra del matrimonio igualitario, y la eutanasia.

Este partido ha estado a la cabeza del país desde su creación. Sin embargo, durante los últimos años, han surgido muchos otros, como Platforma Obywatelska (que traduce Plataforma Cívica) del que hace parte el alcalde liberal de Varsovia, Rafal Trzaskowski; o Inicjatywa Feministyczna, (Iniciativa Feminista) que lucha por los derechos de las mujeres, que se han visto gravemente amenazados por las propuestas de Ley y Justicia.

Elecciones 101

La elección original estaba programada para el 10 de mayo, sin embargo, tuvo que ser aplazada por la cuarentena y medidas aislamiento debido al COVID-19. Una de las propuestas durante este periodo fue aplazar las elecciones durante dos años, extendiendo el mandato del presidente. Varios partidos conservadores apoyaron la propuesta, pero Plataforma Cívica no solo la rechazó, sino que la llamó inconstitucional, ya que una fecha de votación no se puede cambiar con menos de 6 meses de anticipación.

Luego, el partido oficialista propuso tener las elecciones a través de sobres enviados por correo. Esto mostró su intención de tener las votaciones lo antes posible, debido a que estaban teniendo un gran momento político.

A medida que la fecha de las elecciones se acercaba, se presentaron varias irregularidades, como el pedido de Poczta Polska (el servicio postal nacional) a todos los alcaldes del país de suministrar los datos personales de sus votantes, o la filtración de los tarjetones electorales antes de los comicios. El 6 de mayo se acordó mover la fecha.

En la primera votación no hubo un ganador claro, lo que muestra la polarización del país. Y en la segunda, Duda ganó por un pequeño margen(51% contra el 49% de su opositor, el alcalde de Varsovia). Fue felicitado por varios líderes del mundo, entre los cuales figuran Donald Trump, Boris Johnson, Viktor Orbán y Matteo Salvini.

¿Qué hay en el cuadro grande?

El giro de Polonia hacia la derecha no es casualidad. El país se vio sometido a diferentes periodos de “humillación” que marcaron la manera en que se toman decisiones políticas. La transición democrática fue sumamente pacífica, por lo que los ciudadanos de ese país, tal como plantea el experto, no tuvieron tiempo para procesar lo sucedido.

“Todavía estamos entendiendo las consecuencias (como el giro hacia la extrema derecha) de esos largos años de ocupación. Todo sucedió tan rápido que es difícil entender como todo lo que está pasando se relaciona directamente con nuestra historia”, afirmó el especialista.

Sin embargo, una cosa es cierta: los ataques retóricos a la comunidad LGBTQ no estaban en la agenda antes de estas elecciones. “Es claro que alguien puso el tema para que se discuta, porque se necesita tener de qué hablar”, comentó el especialista. Continuó explicando que si se analizan los programas económicos y políticos de ambos partidos (Ley y Justicia y Plataforma Cívica) se pueden ver amplias similitudes. “La gente no vota por las propuestas en materia de economía, política exterior o deuda externa. Votan por los temas que se ven en la superficie y de los que más se hablan; es decir, el matrimonio igualitario, eutanasia y retorno a las viejas costumbres”. Y esto es al final lo que separa los programas de los dos partidos que lideran.

“El partido (Ley y Justicia) no es inherentemente anti-LGBTQ. Sino que varios de sus líderes políticos se dieron cuenta de que esta retórica es útil a la hora de ganar votantes, especialmente de sectores rurales más tradicionales”, afirma el experto.

El partido oficialista ha tenido un buen desempeño en materia económica, con un crecimiento de PIB y una baja en la tasa de desempleo. Estos han sido algunos los réditos que éste ha usado en su campaña. Sin embargo, una pregunta clave es si este crecimiento ha sido causa directa del partido de ultraderecha, o se debe a factores externos.

En todo caso, el destino de Polonia, de la mano de la Unión Europea, es todavía incierto. El país acaba de recibir un desembolso para combatir la pandemia del COVID-19 que, por el momento, es la prioridad del país. Queda pendiente ver si efectivamente el presidente Duda va a implementar políticas drásticas para mantener feliz a su electorado, o si van a quedar como solo promesas.

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